Vuelve Paranormal Activity a los cines. Y no, no es por el fanatismo de aterrorizar a espectadores con terror de gran calidad, sino simplemente por dinero. La primera película se rodó de forma independiente y ha ganado millones de dólares. Ese sí que es el sueño americano. Que prima las buenas ideas con talonarios en los que no caben los ceros a estos grandes genios.

Ahora, que seguramente ha costado un poco más que la primera parte, añaden todas las reglas que ya dijeron en la saga Scream que debían cumplirse para secuelas de terror. Por cierto que Scream 4 ya ha sido anunciada, con Neve Campbell repitiendo por cuarta vez, aunque se rumorea que es un cameo porque en la primera escena es asesinada. Y qué más da. Si las 3 películas anteriores son idénticas entre sí, pero claro la primera fue la madre de todas las películas de terror adolescente de los 90.

¿Podría pasar eso con Paranormal Activity y convertirse en una saga? Ya se puede ir imaginando, la tercera parte rodada en un dúplex, la cuarta en un ático, la quinta, en un piso de España de 30 m2 en el que el verdadero terror es cuando viene el casero a cobrarte una barbaridad y no tienes dónde esconderte.

Pues de momento Paranormal Activity 2 sigue a pie juntillas las claves de secuelas de terror. Debe ser todo más grande: en esta ocasión la acción o misterio mejor dicho se desarrolla en una casa mucho más lujosa, con jardín y piscina, una cocina impecable y varias habitaciones. Debe contar con más personajes: viendo el tráiler ya aparecen desvelados, se trata de un perro y un niño. Aquí por lo menos seguro que en diálogos no vamos a vernos desbordados, pero esperemos que no sean los únicos protagonistas.

No quiero que suene este post como una crítica a la película, sino un miedo hacia la misma y no por su metraje precisamente. El miedo a que Hollywood coja un diamante como fue Paranormal Activity y su campaña de publicidad, y en vez de pulirlo se lie a cortarlo a rodajas como si fuera un pescado.

De momento, se debate ya si la campaña de marketing de la segunda parte no está ya en marcha. Todo se debe a que la archifamosa Eclipse se estrena ya mismo y sus productores han pedido públicamente (como si no hubiera otra forma de hacerlo), que no pongan el tráiler de Paranormal Activity 2 porque el miedo que da hace pasar un mal rato a sus espectadores. Bueno, al menos reconocen que utilizar a vampiros y hombres lobo en su película es sólo un disfraz para hacer una peli tipo Física y Química a lo norteamericano y generando mayor expectación.

El caso, queridos lectores amantes de lo audiovisual, es que aquí está el tráiler de Paranormal Activity 2:

Hoy tenemos la nueva caracterización de Johnny Depp. Se trata de Rango y es un camaleón, bichejo sin igual que se adapta a cualquier entorno. Y la verdad es que le viene que ni pintado al “joven” Depp, uno de los maestros del cine más camaleónico de todos los tiempos.

Johnny, o “Juanito” como lo podrían conocer por España, ha hecho de todo. Ha sido un monstruo con tijeras en lugar de manos, un pirata en islas caribeñas, un fantama con novia cadáver, el mismísimo sombrerero loco del país de las maravillas y uno de los “Lefner” del imaginario del doctor Parnassus, en homenaje a su compañero que recientemente decidió terminar con su vida.

De hecho, Deep ha hecho de todo menos papeles normales y cuando se los han dado, la película a tomado las riendas de la locura. Hizo de Ed Wood, imposible que saliera bien, el mismo nombre de la película lo decía. Fue una víctima de Freddy en una de sus películas que prometían ser el final, hasta que inventaron los remakes a ritmo de comida rápida. Fue un padre en apuros en una hora señalada, durante la que secuestraban a su hija y que él consiguió poner nervioso a todo el mundo, incluido al secuestrador. Lo cierto es que donde más normal se le pudo ver fue en Miedo y Asco en Las Vegas, película que trata sobre un viaje supertrópico a base de ácidos ilegales en mundo y medio, menos en Cuba posiblemente ya que ahí se permite todo, o eso dicen sus dirigentes, y cuyas calamidades en la ciudad de Elvis por excelencia convierte a Resacón en las Vegas en un capítulo de Los Lunnis pasado de rosca.

Su próximo papel, aunque sólo sea en voz y ademanes puestos al bichejo en esta Rango, tratará sobre un camaleón que sufre crisis de personalidad. Lo dicho, ni que pintado.