Alex de la Iglesia ha hablado y ha dicho cosas interesantes

[Actualización] Santiago Segura también ha dicho cosas interesantes y también dimite de la Academia de Cine, según él "Hasta ahí podíamos llegar..." Fuente: Cinéfilo [/Fin de la Actualización]

Álex de la Iglesia siempre ha sido polémico
, sobre todo por no callarse lo que pensaba, tanto si gusta como si no. Eso lo ha venido demostrando con sus películas en su faceta como director. Pero lo que más controversia ha causado se deriva de sus declaraciones como presidente de la Academia de Cine, desde sus inicios en el cargo hasta su dimisión, que será dentro de poco.

Tanto si estás de acuerdo con el cineasta como si no, lo cierto es que a raíz de la Ley Sinde, ha iniciado un diálogo con todas aquellas personalidades y personas que han querido contactar con él. En este artículo de El País, Álex de la Iglesia anuncia su dimisión, las razones de la misma y su aceptación de voces discordantes. Me han parecido unas declaraciones muy acertadas y, si quiere dimitir, si quiere seguir reivindicando un caos controlado con sus películas o si, como dice que hizo, sigue queriendo bajarse porno de Internet, al menos es un tío que lo admitirá públicamente.


Tengo que reconocer que estos dos años al frente de la Academia han sido de los mejores de mi vida. He aprendido mucho, he conocido gente estupenda, pero desde un ángulo distinto al del director. Comencé reconociendo que me bajaba películas, sobre todo porno, y sentó fatal a los distribuidores, a los exhibidores y toda la profesión en general. Incluso me llamó mi madre. Esas declaraciones adolescentes me llevaron a reunirme con ellos y entender su punto de vista. Lo mismo me ha pasado con el problema que nos ocupa, la posición de los creadores en la Red. Empecé haciéndolo fatal, sin conocer el tema a fondo y dejándome llevar por mis prejuicios, que son muchos y variados.

Conducido de nuevo por el método ensayo-error, decidí reunirme con los que quisieran hacerlo para explicarme su punto de vista. Y de pronto descubrí que había muchos puntos en común. Nadie estaba a favor del todo gratis, estaban de acuerdo en reconocer los derechos (y obligaciones) del autor frente a su obra, y a todos les parecía correcto buscar una manera ágil y eficaz de hacerlo. Yo, por mi parte, reconocí que el modelo de mercado necesitaba ser ampliado y corregido, que la oferta legal no era suficiente, y que compartir archivos con libertad era algo inamovible y deseado por todos. Conocí a David Bravo, a Julio Alonso, a Josep Jover, a Francisco George del Partido Pirata, a David Maeztu, hablé con Enrique Dans, y muchísimos más, por Twitter.

Teniendo posturas absolutamente divergentes, el diálogo era fluido y sobre todo, constante. Soy un tipo con el genio fácil y dado a la respuesta rápida y poco meditada. Esta gente me dio una lección. Es cómodo hablar con los que te siguen la corriente: te reafirmas en tus ideas, te sientes parte de un grupo, protegido, frente al resto de locos que se equivocan. Por vez primera, aprendí que dialogar con personas que te llevan la contraria es mucho más interesante. Puede resultar incómodo al principio, sobre todo si eres soberbio, como yo. Pero cuando aprendes a encajar, la cosa fluye, y las ideas entran. En este país cambiar de opinión es el mayor de los pecados. Creo que tenemos instalado el chip de la intransigencia desde hace tiempo. Hablé de ello en mi última película. La única manera de arrancárnoslo es mirar a la cara a la gente y decir lo que piensas con el convencimiento de que puede no ser cierto, que puedes estar diciendo o haciendo una tontería. No voy a dejar de discutir, pero francamente, prefiero hacerlo como director que como presidente. Lo coherente es dejarlo. Acabaré lo que he empezado, eso sí, no quiero decepcionar a los compañeros de profesión, y prometo no empañar la ceremonia con este asunto. Quiero que sea la fiesta que todos esperamos. El debate continuará, pero en un lugar adecuado. Después de la gala, dimito como presidente. Seguiré siendo miembro de la Academia, discutiendo y metiendo la pata como siempre, pero como director de cine, que es lo mío.

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